14/12/14
Trece años tuvieron que pasar para que Racing vuelva a consagrarse, luego de lo que fue el campeonato logrado en diciembre de 2001 de la mano de Mostaza Merlo. Otro que formó parte de ese hito fue “el príncipe” que iba a regresar para ser campeón. Diego Alberto Milito, quién iba a emprender la vuelta a Racing, al club de sus amores, luego de un exitoso paso por el fútbol europeo, Milito llegaba a la institución que lo vio nacer, a la par de esto, se iba a hacer cargo del equipo un nuevo cuerpo técnico, con Diego Cocca a la cabeza, que venía de hacer una campaña fantástica en Defensa y Justicia, equipo con el cual consiguió el ascenso a primera división un tiempo antes de llegar a la Academia.
En términos generales, el Racing campeón del Torneo Transición 2014 se basó; en la vuelta de Milito, la apuesta de Cocca, el gran nivel de Saja, de Lollo, de Videla, que fueron fundamentales, la aparición de Bou, las nuevas incorporaciones, que llegaron y rindieron, las presencias de Centurión, Aued, Hauche, Acuña, Gastón Díaz, entre muchos otros. Todos factores determinantes para que el equipo se pudiera consagrar.
El camino no fue para nada fácil, el debut con Defensa, el cachetazo en el clásico, el punto de inflexión frente a Boca, la sufrida victoria contra River y la consagración frente a Godoy Cruz en el Cilindro, y así podríamos continuar analizando en profundidad el desempeño del equipo y de cada jugador a lo largo del semestre, pero eso lo vamos a dejar para otro momento.
En nuestro continente se vive el deporte de una manera muy especial, mas en nuestro país y mas aun cuando ese deporte es el fútbol. Hay veces que el sentimiento, que la pasión, le gana a todo lo demás, y como dice la gente en el cilindro por estos días, “Siempre estuvimos en las malas, las buenas ya van a venir”
Me gustaría explicar por qué este torneo fue tan importante y tan significativo para mí.
Fueron meses inolvidables, desde agosto hasta diciembre, en los que viví algo irrepetible y pude disfrutar del camino que recorrió Racing a lo largo de ese torneo, en busca de algo que se le venía negando durante mas de diez años, la obtención del torneo local. En ese momento yo era socio del club y pude asistir a todos los partidos qué se disputaban en el Cilindro, por esto es que digo que tuve la suerte de vivirlo de cerca.
Noches de frío llenas de sufrimiento, tardes de lluvia repletas de alegría. Enojos, frustraciones, festejos, celebraciones, derrotas apabullantes y victorias épicas, y por supuesto, sufrimiento, mucho sufrimiento, esto es Racing.
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